El desperdicio alimentario es un desafío a nivel mundial y la cadena de frío juega un papel clave en este problema. En un contexto donde la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y también la ética entre países ricos y pobres son temas prioritarios para entender las causas del desperdicio, la logística ayuda a minimizar pérdidas y optimizar los recursos.

Desde el Programa de Medioambiente de la ONU señalan que una de las principales soluciones a la pérdida y el desperdicio de alimentos es una mejor gestión de la cadena de frío, que garantice que los productos se mantienen en unas condiciones de temperatura adecuadas e ininterrumpidas desde la huerta hasta el plato.

Entre las causas principales del desperdicio en la cadena de frío podemos encontrar:

Errores en el control de temperatura

La cadena de frío tiene como objetivo mantener los alimentos en un rango de aclimatación adecuado. Sin embargo, una de las principales causas de desperdicio es la fluctuación de calor o frío. Factores como una infraestructura deficiente, fallos en los sistemas de refrigeración, y una inadecuada manipulación de los productos, pueden provocar que los alimentos sufran cambios que afecten a su calidad y seguridad.

Un aumento inesperado en la temperatura, aunque sea temporal, puede acelerar el proceso de descomposición de perecederos como frutas, verduras, pescados, carnes y productos lácteos. Esta variación, que con frecuencia pasa desapercibida hasta que los productos llegan a su destino final, provoca grandes volúmenes de desperdicio.

Demoras en el transporte y distribución

Los retrasos en el transporte pueden ocurrir por problemas en el tráfico, fallos mecánicos o una mala planificación de rutas. El tiempo que los productos permanecen fuera de las condiciones óptimas incrementa el riesgo de descomposición.

Además, una mala sincronización entre los diferentes logísticos puede causar acumulación de inventario en los almacenes y que los productos no reciban el tratamiento adecuado para mantener su frescura.

Infraestructura inadecuada

No todas las empresas cuentan con la infraestructura necesaria para mantener una cadena de frío efectiva. La falta de acceso a tecnologías adecuadas, como camiones refrigerados de calidad, sistemas de monitoreo avanzados o instalaciones de almacenaje apropiadas, empeora las condiciones óptimas de las mercancías. Este es un problema especialmente candente en mercados emergentes o en zonas rurales.

Errores humanos y malas prácticas

El factor humano es otra causa frecuente del desperdicio. Errores como la incorrecta manipulación de los alimentos, la mala calibración de los sistemas de refrigeración o el mal uso de los sensores de temperatura, son habituales. Incluso la falta de capacitación del personal puede llevar a que los productos no sean almacenados ni transportados como se debe.

Un fallo común es la apertura frecuente de cámaras refrigeradas durante el proceso de carga y descarga, lo que provoca cambios de temperatura que impactan directamente en la calidad.

Estrategias para reducir el desperdicio alimentario

Dada la magnitud del problema, las empresas de logística tienen un papel crucial para reducir el desperdicio alimentario en la cadena de frío. Algunas estrategias clave incluyen:

1.- Uso de tecnología avanzada

Una de las maneras más efectivas de mitigar el desperdicio es la adopción de tecnología que permita monitorear en tiempo real las condiciones de los productos. Sistemas como sensores de temperatura conectados a redes IoT (Internet de las Cosas) permiten detectar cualquier variación térmica y alertar a los operadores antes de que los productos se vean afectados.

Estas herramientas también proporcionan datos valiosos para analizar y mejorar los procesos logísticos. El uso de soluciones de blockchain para el seguimiento de productos puede garantizar la transparencia y trazabilidad a lo largo de toda la cadena de suministro, lo que ayuda a identificar problemas en tiempo real.

2-. Planificación eficiente de rutas

Optimizar las rutas de transporte es una estrategia clave para minimizar retrasos. El uso de herramientas de planificación dinámica que tomen en cuenta el tráfico, el clima y otros factores, puede ayudar a evitar demoras. Además, una planificación eficiente puede reducir los tiempos de inactividad en los almacenes, asegurando que los alimentos se mantengan dentro de los márgenes de temperatura adecuados.

3.- Mejora de la infraestructura

Invertir en infraestructuras adecuadas como sistemas de refrigeración avanzados -tanto en vehículos como en almacenes- , y el mantenimiento regular de estos equipos, .garantiza la conservación.

4.- Capacitación del personal

La formación y sensibilización del personal debe implicar desde los conductores hasta los encargados de almacén. Todos deben entender la importancia de mantener las condiciones óptimas de temperatura, y llevar a cabo las mejores prácticas para manipular perecederos. La capacitación continua en el uso adecuado de tecnologías, sistemas de monitoreo y protocolos de mantenimiento puede reducir considerablemente los errores humanos.

En conclusión, el desperdicio alimentario en la cadena de frío es un problema complejo, pero no insuperable. Con una combinación de tecnología avanzada, una planificación eficiente, la mejora en la infraestructura y una mayor capacitación del personal, es posible reducir significativamente las pérdidas.

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